Si sos de los que prenden la parrilla cada fin de semana, ya sabés que el secreto de un buen asado no solo está en la calidad de la carne, sino también en la temperatura con la que la cocinás. Controlar el calor de la parrilla es lo que diferencia a un parrillero principiante de un verdadero maestro del asado. ¡Hoy te enseñamos cómo asar como un profesional!
1. Entendé la importancia de la temperatura
Cada corte de carne tiene su «punto dulce» de cocción, y ese punto está relacionado con la temperatura. Cocinar a la temperatura correcta asegura que la carne quede tierna, jugosa y llena de sabor. Si la cocinás a una temperatura demasiado alta, podés quemarla por fuera y dejarla cruda por dentro. Por otro lado, si el calor es muy bajo, la carne podría secarse antes de alcanzar el punto ideal.
2. Tipos de calor en la parrilla
Antes de hablar de temperaturas específicas, es importante que conozcas los dos tipos principales de calor que manejás al asar:
Calor directo: Es cuando colocás la carne directamente sobre las brasas. Este tipo de calor es intenso y se usa para sellar rápidamente los cortes, creando una costra que mantiene los jugos dentro.
Calor indirecto: Este método implica cocinar la carne al costado de las brasas, no directamente sobre ellas. Es ideal para cortes grandes que necesitan más tiempo en la parrilla, como la costilla o el vacío.
3. Temperaturas ideales para cada corte
Cada corte de carne tiene su propia personalidad, y por lo tanto, necesita una temperatura específica para alcanzar su máximo potencial. Aquí te dejamos una guía rápida de las temperaturas ideales para los cortes más populares del asado paraguayo:
Costilla: Este corte, lleno de sabor y grasa, se cocina mejor a temperaturas bajas (120-150°C) y con calor indirecto. Dale tiempo, entre 2 y 3 horas, para que quede jugoso y tierno.
Picaña: Para este corte, lo ideal es cocinarlo a temperatura media (160-180°C). Primero sellá la grasa a calor directo, y después cocinalo a calor indirecto para que se termine de hacer lentamente. En unos 45 minutos deberías tenerla lista.
Bife de chorizo: Un corte grueso que necesita calor alto (200-220°C). Primero, sellalo durante 2 a 3 minutos por cada lado a calor directo, y luego terminá de cocinarlo a calor indirecto hasta alcanzar el punto que querés.
Vacío: Como es un corte más magro, el vacío necesita cocción lenta a temperatura baja (120-150°C) y calor indirecto. Cocinalo durante 1 hora y media o 2 horas para que quede bien tierno.
4. Cómo controlar la temperatura de la parrilla
Sabemos que no siempre tenés un termómetro de cocina a mano cuando estás frente a la parrilla. No te preocupes, porque hay una forma sencilla de medir la temperatura usando solo tu mano. Seguí estos pasos:
Calor bajo (120-150°C): Si podés mantener la mano sobre las brasas (a unos 12-15 cm de distancia) durante 8-10 segundos antes de que el calor sea demasiado fuerte.
Calor medio (160-180°C): Podés sostener la mano sobre las brasas durante 5-7 segundos antes de tener que moverla.
Calor alto (200-220°C): Solo podés aguantar 2-3 segundos antes de que el calor sea insoportable.
Este método te da una idea aproximada de la temperatura de la parrilla y te permite ajustar el calor agregando o quitando brasas según sea necesario.
5. El truco para sellar la carne
Uno de los secretos mejor guardados de los parrilleros expertos es el proceso de sellado. Este paso es fundamental para atrapar todos los jugos dentro del corte y lograr una costra crocante y deliciosa por fuera.
Para sellar la carne como un profesional, coloca primero a calor directo durante unos minutos por cada lado (dependiendo del corte). Una vez que consigas el dorado perfecto, pasala al calor indirecto para que se termine de cocinar por dentro sin perder jugosidad.
6. Reposo: El paso final para un asado perfecto
Después de sacar la carne de la parrilla, déjala reposar unos minutos antes de cortarla. Esto permite que los jugos se redistribuyan por todo el corte, haciendo que cada bocado sea más sabroso. Como regla general, déjala reposar entre 5 y 10 minutos.
Para hacer el asado como un profesional, no solo necesitás buena carne, sino también saber manejar la temperatura de tu parrilla. Desde cortes como la costilla hasta el bife de chorizo, cada uno tiene su temperatura ideal. Y recordá, siempre usá calor directo para sellar y calor indirecto para cocer lentamente.
La próxima vez que prendás la parrilla, aplicá estos tips y llevá tu asado al siguiente nivel con Frigomas, la carne que une calidad y tradición. Porque en cada corte que servís, se esconde la historia de una carne paraguaya de excelencia. ¡A disfrutar!